Piso temporal
Barcelona
Una pareja con hijos preuniversitarios, deciden por logística familiar, pasar unos años de alquiler en un piso mejor ubicado que el suyo propio. Les acompaño a decidir cual podría adaptarse mejor a sus necesidades.
En una finca de ladrillo rojo y parquet en espiga, tras el paso de estudiantes como inquilinos anteriores, se esconde un pequeño diamante en bruto. Hay que hacerle un profundo “lavado de cara”.
La lista de necesidades es larga, pero al acabar, parece otro piso. Conseguimos una zona noble y otra de espacio común de la familia. No se precisa de muchos muebles, algunas piezas, como el armario del comedor y la talla en madera, vienen con los recuerdos y el equipaje, lo demás se encarga sin hacer uso de un alto presupuesto, dando prioridad al espacio. Armarios, zona de estudio, amplia cocina, cómodos dormitorios con sus respectivos baños y espacio de limpieza y organización…
Juego de tonalidades en la pintura, entre los grises, el blanco y el marfil perfilamos las cornisas de los altos techos. Ambiente sobrio, elegante y nada pretencioso, una imagen del cliente, de su manera de ser y de sus necesidades actuales.